¿Formamos o competimos?

En mi corta pero intensa experiencia en los banquillos, y despúes de ver, hablar y observar a muchos equipos y entrenadores, llevo tiempo haciendome esta pregunta que quiero trasladaros hoy en el blog:

¿Trabajamos realmemente para mejorar a nuestros jugadores o lo hacemos para sacar los siguientes 3 puntos?

Ya no solo hablo de situaciones tan humillantes e incomprensibles como las que os contaba en esta entrada : Cuando cruzamos la frontera.

Hablo de una manera de trabajar o de enfocar la temporada, es decir, nosotros, como entrenadores de fútbol base, debemos tener como meta la mejora individual y colectiva de nuestros jugadores, ese debería ser el objetivo principal.

¿Pero de verdad lo hacemos así? ¿o damos prioridad a acabar en la parte alta de la tabla?

Cuando preparamos un mesociclo/microciclo o sesión de entrenamiento ¿estamos pensando en una mejora de alguna aptitud técnico/táctica del equipo a largo plazo? ¿o estamos preparando la sesión o conjunto de sesiones pensando en llegar en las mejores condiciones a ese partido?

Lógicamente, me podriaís contestar, que si el equipo mejora, irremediablemente los resultados llegarán, y teneís toda la razón, pero esos resultados deben ser producto de la mejoria del equipo y no el objetivo principal.

Si centramos todo nuestro trabajo en alcanzar una posición alta en la tabla o en ganar una serie de partidos, en el camino a conseguirlo trabajaremos unos aspectos que nosotros creamos que son necesarios potenciar para llegar a ese objetivo. Dejando de lado otros que podrian ser mejorados pero no los vemos necesarios para la consecución de nuestra meta.

Sin embargo si trabajamos en la mejora colectiva e individual, marcando unos objetivos de aprendizaje en vez de unos competitivos, quizás ese trabajo no se vea reflejado en la tabla clasificatoria, ya que suele ser un camino lento y los resultados solo se ven a largo plazo.

Ahí entra otro factor, queramos o no, a los entrenadores de fútbol base aún hoy se nos sigue "examinando" con la vara de medir que marca la tabla clasificatoria.

Da igual que hayamos hecho mejorar al equipo las transiciones defensa-ataque, o que la defensa zonal se haya perfeccionado, o que esos jugadores que en Agosto tenian problemas para realizar desplazamientos largos de balón o controles orientados ya casi los dominen.

Si el equipo no gana el domingo, nuestro trabajo será una basura.

Y quizás, como conclusión mia, resulta que los entrenadores, aún a sabiendas de que su prioridad es formar antes de competir, para demostrar que hacen bien su trabajo, solo piensan en ganar un domingo tras otro, ya que es la única manera de que su trabajo se vea valorado.

Por eso creo que entre todos: padres, entrenadores y clubs, debemos empezar a cambiar esa forma de valorar el trabajo y pensar y comprender,  que a ciertas edades la verdadera victoria no es quedar primero en la clasificación, sino llegar a Junio siendo mejores jugadores de lo que eran los chicos en Agosto.

        ¿Vosotros que pensaís al respecto? 

¿Formamos o competimos?