miércoles, 6 de mayo de 2015

Cuando cruzamos la frontera.

En los últimos años ha crecido exponencialmente el número de entrenadores titulados, la aparición de academias privadas que ofertan los cursos de entrenador han ampliado la oferta, y la demanda ha aumentado hasta el punto de que cada vez van quedando menos entrenadores sin titular.

Lo que es una buena noticia para la formación de los chavales, al tener entrenadores formados y preparados.

Pero muchas veces, pese a estar formados, a los entrenadores se nos olvida la realidad, no entrenamos a equipos senior, estamos entrenando a NIÑOS.





En los últimos meses han aparecido varios casos en la prensa, pero me ha resultado especialmente llamativo el último de ellos.

Hace unas semanas el equipo alevin del Racing de Santander endosó una goleada de escandalo al C.D. Calasanz (34-1).


No solo me ha llamado la atención por la goleada (bastantes comunes en las categorias más bajas), sino por la respuesta del entrenador del Racing cuando el preparador del Calasanz le dijo que bajase el ritmo tras irse al descanso 15-0:

"el problema es vuestro, lo que tenéis que hacer es equipos mejores para que no pase esto, yo formo jugadores que podrían ser profesionales y no les voy a mandar parar"

Para empezar, choca bastante que diga que él forma "jugadores que podrían llegar a ser profesionales", cuando esta al frente de un colectivo de chicos con edades entre los 10 y 11 años.

La realidad nos muestra que muy pocos chicos llegan a los niveles más altos y que además, con esa edad, en vez de formar futuros profesionales, lo primordial es formar personas y jugadores de fútbol.

Pero puede ser que toda la culpa no sea del entrenador, muchos clubs que aspiran a ganar los campeonatos se los juegan muchas veces por el golaverage, y en ese caso, meter 40 goles al último clasificado puede ser determinante.

Hablamos del Racing Santander, el club más importante de Cantábria, y quizás los tiros de porque no se bajó el ritmo van por ahí. Lo cual es, en mi opinión, incluso más lamentable.

La realidad es que se ven casos parecidos a este cada fin de semana, equipos que presionan la salida del rival pese a ir ganando por 5 o 6 goles de diferencia, juego directo para llegar rápido a la portería rival y hacer más goles....todo ello olvidando que los que están en frente son niños y que cada gol recibido es una "puñalada" en sus ilusiones.

No hablamos de dejar de jugar cuando se alcanza un determinado número de goles, pero si de hacerlo de una manera mediante la cual no se humille en exceso al rival.

Por ejemplo (y sin animo de dar lecciones a nadie, que yo no soy quien) el año pasado, entrenando al femenino sub-16 del CDAV San Nicasio, me encontré en la J2 con un partido muy encarrilado desde el inicio (7-0 al descanso).

En frente teníamos un equipo de chicas que jugaban por primera vez al fútbol y otras que venían del fútbol sala, al llegar al vestuario concebí la segunda parte como un entrenamiento dentro del partido, "obligando" a mis jugadoras a realizar determinadas acciones antes de atacar portería (jugar con centrales tras robo para iniciar, circular el balón de banda a banda....).

Las jugadoras no entendían porque hacíamos eso pudiendo ir a "meter muchos goles" y algunos padres, por los comentarios que oí, tampoco.

Pero no me importó, pensé que un segundo tiempo donde solo corriésemos hacia la portería rival y metiésemos otros 7 goles no hacia mejorar nada al equipo y además no creía que humillar al rival ayudase mucho a la competición (competición, la femenina, ya de por si desigual por mala organización de la Federación, pero eso igual lo hablo otro día).

Al final el partido acabó 11-0, porque la desigualdad era enorme, pero me fui con la conciencia tranquila.

Con esto quiero haceros reflexionar, si estáis entrenando NIÑOS, pensad también que en frente hay NIÑOS, no queráis aumentar vuestro ego y el del grupo metiendo 10, 15, 20 goles al rival.

Demostremos que cada vez los entrenadores (o formadores) estamos más preparados y entendemos mejor el juego.

Y para acabar, os dejo este genial reportaje de 10 minutos para que veamos que ¡ellos nunca pierden la ilusión!

4 comentarios:

  1. Buenos días Carlos, gracias por tu tiempo en escribir esta entrada, yo llevo siendo entrenador de futbito Benjamín durante 6 años, y sin ningún ánimo más que el de aprender a hacer las cosas bien, paso a exponer un caso reciente:

    Actualmente estoy en la categoría de 7 años, y la semana pasada teníamos enfrente a un equipo guerrero pero bastante justo en habilidad. Ya en la segunda parte íbamos ganando 6-0 y aún quedaban la tercera y cuarta parte por jugar, y pese a que detecté que el rival que teníamos enfrente era muy probable que no pudiera hacernos frente, no decidí cambiar el ritmo del partido, porque pude observar que los chavales del otro equipo no se habían venido abajo emocionalmente, al contrario que su entrenador que tenía el ego hundido. El partido acabó 8-1 a nuestro favor, y me alegré muchísimo cuando llegó el gol de nuestro equipo rival, al igual que los chavales, que lo celebraron como si hubieran ganado el partido. Me pregunto si actué bien, mi intuición me dice que sí.

    Creo que sin duda está en nuestras manos el hacer las cosas bien, y una de las habilidades más importantes de un entrenador es saber observar, además de tener una mentalidad flexible para adaptarnos a las distintas situaciones que suceden con el trato de los críos.

    Un saludo!

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  2. Buenas!, gracias por leer la entrada y opinar!

    Como bien dices, es muy importante que el entrenador observe lo que esta pasando en el campo. A mi lo que no me gusta, y desgraciadamente veo mucho, es equipos que ganando ya por muchos goles de diferencia siguen presionando los saques de portero porque saben que no llegan casi fuera del aera. O que no paran de mandar balones largos desde la defensa porque su delantero es mucho más rápido que sus defensas.

    Lo que no comprendo ni comparto es la humillación, y eso creo que los entrenadores lo podemos parar.

    Otra cosa, como bien apuntas, es que por la propia diferencia de nivel, los goles vayan cayendo.

    Pero nunca tener como obsesión el meter 20 porque mi rival en la clasificación les hizo 19.

    un saludo!

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  3. Buenas tardes,vengo de otro foro por carlos,en fin ,al hilo de este comentario.
    Yo soy padre espectador y el club que sigo han realizado alguna goleada.Nunca he visto disfrutar a estos chicos de los abultados resultados ,ni celebrar los goles,y menos a los entrenadores,que es mas,han aprovechado para un cambio tactico en juego o de jugadores.En ocasiones si han forzado una pequeña goleada por necesidad de goles.
    Y como en esto del futbol se ve de todo,he visto entrenadores corregir posicion,actitud ,etc a benjamines de F7 a viva voz que me haria mear,perdon,si fuera el chaval.Y como vengo del foro de "mafia futbol base",pues eso,nos olvidamos que animamos a nuestros hijos a realizar un deporte, y muchisimos vuelven a casa los fines de semana para dar un portazo a esto del futbol,por los padres,por el mister,por los compañeros,por el club.
    LLegado un nivel y sabiendo donde estas,el deporte es competicion ,y aun sabiendolo veo a padres tirandose de los pelos porque sus hijos juegan pocos minutos.Esta es la carencia de los clubs,saber explicar el futbol...que es la suma de varios factores que se producen en la temporada.

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    1. Buenas, gracias por dedicar parte de tu tiempo en leer la entrada.

      Obviamente es entre todos la labor de mejorar la educación y formación de nuestros jugadores.

      Padres, entrenadores, clubs......es algo en lo qe tenemos todos responsabilidad.

      Como bien dices, un paso primordial es que quede claro la etapa donde se encuentran los jugadores y lo que el club espera. Para que padres, entrenadores y jugadores sepan a lo que atenerse.

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