martes, 16 de diciembre de 2014

Capacidad de reacción

Las temporadas son muy largas, en los 9 meses que suelen durar, hay tiempo para rachas ganadoras y rachas perdedoras, por ello, hay que tener siempre una gran capacidad de reacción para poder acabar con las malas rachas lo antes posible o incluso para prevenir la llegada de esas rachas negativas



Las rachas son uno de los factores, a priori, más aleatorios del mundo del fútbol, de repente, tu equipo deja de ganar y entra en una espiral de derrotas sin aparente explicación, lo que antes funcionaba ya no lo hace y de la nada aparecen situaciones donde el equipo falla estrepitosamente donde antes no lo hacia.

Y en estos momentos de la temporada es donde un entrenador debe estar más rápido de reflejos, saber detectar la causa de la caída del equipo y sobre todo, y muchas veces más difícil, ser capaz de cambiar la dinámica tomando las decisiones oportunas.

Estos cambios de comportamiento en los equipos suelen darse por diferentes motivos:

Que el modelo de juego falle: un mal de muchos entrenadores es encerrarse en su método y en su modelo de juego, sobre todo si este le ha dado resultados y no ver que quizás hay que realizar modificaciones para que el equipo no sea tan previsible a los rivales, si los resultados dejan de acompañar seria bueno introducir cambios en nuestro modelo de juego para potenciar los principios que están fallando y volver a la senda de la victoria. En el fútbol actual, donde el scouting es algo común en casi todas las categorías, es relativamente fácil que los rivales conozcan tu forma de jugar y la contrarresten.

Muchas criticas recibió Pep tras la eliminación del año pasado ante el Real Madrid, pero para contrarestar ese juego, ha cambiado algo su modelo este año.

Motivación: Pero otras veces no es el modelo de juego lo que empieza a fallar de repente, sino la motivación o la concentración de los jugadores, después de una racha de victorias, los jugadores se pueden acomodar, perder la intensidad  al ganar de manera consecutiva muchos encuentros.

 Para prevenir esto, el entrenador debe mantener siempre la motivación y la competitividad de los jugadores al máximo, empezando por los mismos entrenamientos, los cuales deben ser lo más intensos posibles, porque ya todos conocéis la frase: "Se juega como se entrena".

Una buena idea seria apuntar los resultados de todos los ejercicios en una tabla, y a final de mes, los jugadores que menos puntos tuviesen pagasen una cena (si son seniors) o trajesen golosinas (si son futbol base) a sus compañeros o incluso primas internas para premiar los buenos rendimientos más allá del puntaje en la clasificación.

Todo esto  puede funcionar a la hora de mantener la motivación en el grupo.

Un maestro de la motivación, Joaquin Caparros

Exceso de confianza: Puede darse el caso también, de que el equipo consiga un importante colchón de puntos respecto a sus rivales y que el verse en una situación tan tranquila, haga que el equipo baje de revoluciones y se entre en una espiral de malos resultados, el entrenador debe evitar esto porque, sobre todo en categorías altas, perder 3 partidos seguidos es dar mucha ventaja a tus rivales.
Dar toques de atención a jugadores fijos (alguna suplencia o caída de la convocatoria),  son algunos métodos para que el equipo no peque de exceso de confianza y ante la ausencia de retos cercanos caiga en la desidia y en una mala racha.

Al técnico portugués no le tiembla el pulso a la hora de sentar a "vacas sagradas" o criticar en rueda de prensa a jugadores si con ello cree que el equipo va a tener un toque de atención.


Pero lo más importante es el saber detectar antes de tiempo todos estos posibles fallos, para que la mala racha nunca llegué, y que el equipo mantenga una linea sin altibajos a lo largo de toda la temporada, y es labor del entrenador hacer que ello suceda.

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